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Meditando con las abejas

Meditando con las abejas

Tal vez el placer más grande de ir a visitar las colmenas, es poder encontrar un estado de atención y plenitud, simplemente observando.

Cada Colmena es un pequeño ecosistema metido dentro de una cajita de madera, donde habitan miles de individuos que se comunican atentamente y saben lo que sucede.
Es impresionante la capacidad que he venido desarrollando para comunicarme con éstos animalitos.
Muchas veces, no tengo necesidad de abrir la colmena para saber cómo están. Es algo que se siente… y cuando no están bien se nota, lo mismo cuando tienen fuerza y la colmena progresa.
Amo el silencio. Adoro hacer las cosas lentamente. Medito mientras camino y observo todo lo que pasa a mi alrededor. Esta es la enseñanza más grande que me ha dejado la apicultura.
Me gusta la soledad y me gusta habitar en mí y aplacar tantos pensamientos e información que todo el día me aturde.
La vida PARA MÍ no es una carrera de obstáculos. Todo tiene que ser rápido, porque no hay tiempo. Sentarse a no hacer nada, puede parecer perder el tiempo, pero no. Es necesario para poder conocerse, entenderse y amarse. Solo de esa manera podemos amar a los demás y ese es el sentido de mi vida.
Ya pasaron los tiempos de ser el más fuerte, el más rápido, el que más tiene.
Es tiempo de salir del ego centrismo.
No pasa nada si quedamos de cuartos o quintos! Que sigan corriendo los primeros y que tengan buen provecho.
Ahora prefiero el silencio,hacer las cosas despacio y correr lento.
¡Maravilloso si quedo de quinto!
Un abrazo de Luna De Miel
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